La vida media de los teléfonos inteligentes aumenta en todo el mundo, pero los consumidores españoles siguen estando entre los que cambian de dispositivo con mayor frecuencia.
Muchos ‘i-adictos‘ no tienen tanto cariño a sus inseparables iPhone como cabría imaginar y los renuevan de un año para otro, exactamente con la misma celeridad con la que Apple se encarga de lanzar al mercado un nuevo modelo con el que sustituirlo. Sin embargo, por norma, el resto de los españoles optan por esperar, al menos, unos meses más.
Según Kantar WorldPanel, el ciclo de vida medio de un smartphone en España ascendió hasta los 20,5 meses en 2016, casi cuatro meses más que hace tres años. A pesar de este incremento, nuestro país es el tercero en el que la ‘esperanza de vida’ de los teléfonos inteligentes es menor. Sólo nos superan China (20,2 meses) y Alemania (20,3).
Este apego por los ‘viejos’ móviles se repite en todos los países analizados por la consultora. Su promedio de ‘vida’ en Europa es de 21,6 meses y en EEUU de 22,7. China todavía puede presumir de un mercado más fluido ya que los consumidores del país solo alargan la vida de sus dispositivos 1,6 meses más que en 2013.
OBJETIVO: ACELERAR LAS RENOVACIONES
Las operadoras y los fabricantes son conscientes de esta situación y han puesto toda la carne en el asador para recuperar la avidez compradora de sus clientes. En el informe «Una década increíble para el smartphone, ¿y ahora qué?», Kantar Worldpanel analiza las tácticas que están poniendo en práctica para dinamizar las ventas.
Entre otras soluciones, el estudio señala que tratan de reducir el tiempo entre compra y compra con programas upgrade (que, por otra parte, sirven para fidelizar a los usuarios), también acabando con la falta de diferenciación entre dispositivos con nuevas tecnologías (realidad virtual y/o aumentada, asistentes, etc.) y proporcionando una experiencia más completa con una oferta mucho más orientada a servicios y contenidos móviles más atractivos.
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