IÑAKI GUEREÑU Y JON ALDALUR EMPRENDEDORES TOLOSARRAS, IMPULSORES DE LA EMPRESA IGORA DRONE
Iñaki Guereñu y Jon Aldalur no hubiesen pensado hace unos años que iban a hacer de los drones su medio de vida. Acaban de lanzar su empresa con la que realizan grabaciones áereas para empresas y aseguran que las posibilidades son “infinitas”.
TOLOSA – ¿Cómo conocieron el mundo de los drones?
-IÑAKI GUEREÑU: Yo vivía en Barcelona y tenía otro trabajo que nada tiene que ver con éste, pero me compré un dron como afición. Unos clientes de mi anterior trabajo me pidieron que les hiciera un vídeo y da la casualidad de que éstos, a su vez, tenían como cliente a Inditex, que me propusieron la idea de elaborar vídeos para ellos. Así empezaron a salirme trabajos.
-JON ALDALUR: Conozco a Iñaki desde hace años y sabía que llevaba tiempo utilizando drones. No fue hasta que volvió a Tolosa cuando me propuso la idea de hacer algo juntos.
¿Y no dudan en poner en marcha una empresa propia?
-I.G.: Siempre he tenido vocación creativa y los drones me permiten dar rienda suelta a la creatividad. Al ver que había trabajo, me saqué el título de piloto, el de operador y puse en regla todos los papeles. Volví de Barcelona a Tolosa hace un par de años y hablé con Jon para poner en marcha un proyecto propio.
-J.A.: Yo tengo formación en marketing y gestión comercial, y siempre he trabajado como comercial. En Igora Drone llevo la parte comercial, pero me acabo de sacar del título de piloto de drones, porque es importante tener conocimiento de lo que estamos vendiendo.
¿Qué posibilidades ofrece un dron?
-I.G.: Infinitas. Un dron puede desplazarse hasta siete u ocho kilómetros de distancia, puede llevar peso, captar imágenes… Pero ante todas estas posibilidades hay miedo y la ley es muy restrictiva. Un dron es un avión no tripulado, por lo que la regulación es similar a la de una avioneta, y la legislación en el aire es mucho más estricta que en tierra.
¿Es complicado obtener el título de piloto?
-J.A.: Hoy en día hay muchos ATOs (Aviation Training Organization) en los que se puede sacar el título. Yo me lo acabo de sacar en Donostia; hay que aprender a leer mapas, hablar por radio, conocer la legislación sobre aviación… Pero más difícil que sacar el título es pilotar el aparato: parece un juguete, pero hay que considerar muchos factores.
¿Qué peligros puede haber?
-I.G.: Los peligros se derivan del mal uso, pero en realidad los drones son todo oportunidades. Hasta ahora por debajo de los helicopteros, es decir, por debajo de los 150 metros de altura no había tráfico, pero ahora vuelan drones hasta una altura de 120 metros. Hay pilotos de helicopteros que todavía no tienen en cuenta esa nueva realidad y también hay gente que se compra un dron por 300 euros pero desconoce la legislación. Si te cae encima un dron de cinco kilos te puede matar…
¿Y la legislación qué dice al respecto?
-I.G.: No hay muchos vacíos legales, más bien al contrario, se tiende a la restricción. Actualmente la ley no permite el uso de drones en zonas urbanas, tampoco se pueden utilizar de noche… Está a punto de aprobarse una nueva ley, que es muy esperada por parte de la industria, porque a todos los que tenemos los papeles en regla y somos profesionales nos va a ofrecer muchas posibilidades.
¿Qué tipo de servicios ofrecen en Igora Drone?
-J.A.: Ofrecemos servicios de grabación y fotografía aérea, y también la edición y postproducción porque trabajamos con una amplia red de colaboradores.
¿Quién puede ser su cliente?
-J.A.: Empresas industriales que nos piden que grabemos imágenes aéreas de sus instalaciones o de máquinas para sus vídeos corporativos; empresas de arquitectura o construcción para hacer seguimientos de obra; la administración pública; empresas de turismo, anunciantes, películas, documentales, videoclips…
I.G.: El cliente potencial puede ser cualquiera, porque las posibilidades son inimaginables. Las imágenes aéreas hacen que el producto resulte más atractivo, la perspectiva vende más y cada vez más gente se está dando cuenta de eso. Además, es mucho más económico que alquilar por un día un helicóptero, por lo que hoy en día muchos de los trabajos que antes hacían los helicópteros los están haciendo los drones.
Haber trabajado para Inditex les habrá abierto muchas puertas…
-Sí, fue un poco por rebote, a través de unos clientes de mi anterior trabajo, pero nos ha venido muy bien como lanzamiento. Estuve haciendo grabaciones primero para las fábricas de Galicia y después viajé por Turín, Milán… y desde entonces hemos hecho trabajos para Pull&Bear y Stradivarius. Ha sido un trampolín muy bueno.
¿En Gipuzkoa tienen mucha competencia?
-I.G.: No hay tantas empresas de filmación aérea con drones como en Madrid o Barcelona, pero cada vez hay más. Pilotos hay, pero para trabajar profesionalmente hay que sacar también el título de operador.
¿Por qué les motiva trabajar por su cuenta?
-J.A.: Este trabajo nos permite trabajar a nuestro ritmo y esa libertad nos gusta a los dos.
-I.G.: Ahora estamos en un vivero para empresas de Lehiberri, que nos está siendo de gran ayuda. Ilusión no nos faltaba, pero necesitábamos el asesoramiento que estamos encontrando aquí.
¿Los drones son una moda o una revolución?
-I.G.: No es una moda, ya está demostrado el avance que suponen. No sé si nuestra empresa tendrá futuro, espero que sí, pero no tengo ninguna duda del futuro de los drones. Se pueden utilizar para filmar imágenes, pero también para fumigación, salvamento, búsqueda… las posibilidades son infinitas.
Gipuzkoando
Su txoko guipuzcoano favorito. Iñaki: San Telmo, en Zumaia. Jon: Izaskun, en Tolosa.
Un paisaje idílico. Iñaki: Haize Leku, entre Ganbo y Txindoki. Jon: Las vistas desde Igeldo.
Una fiesta o un evento. Iñaki: Jazpana de Beasain. Jon: Los carnavales de Tolosa.
Un monte. Iñaki: Ganbo. Jon: Uzturre.
Una playa. Iñaki y Jon: Zarautz.