Bolivia.- Fernando Ávila viaja a China al menos dos veces por año porque su mercadería es muy comercializada en el mercado local y obtiene un buen rendimiento de la importación.Sus viajes al país asiático iniciaron con la intención de traer productos para su negocio luego del alza de precios de sus proveedores en el Brasil, pero poco a poco la gente le comenzó a realizar pedidos y ahora también da orientación a otros bolivianos para que estos hagan sus compras en la feria más grande del mundo.
El alza en los precios de las autopartes que eran importadas del Brasil, fueron el motivo para que Fernando Ávila, propietario de una tienda de autorepuestos en Cochabamba busque un nuevo proveedor en la República Popular de China.
Con poco conocimiento acerca de la compra e importación de productos en ese país Fernando decidió viajar a China el 2007 para adquirir mercadería de calidad y a un precio competitivo en el mercado nacional.
Al llegar a Cantón, la feria más grande del mundo en la ciudad de Guangzhou, Fernando comenzó a cotizar los precios de sus autorepuestos para importarlos a Bolivia.
El dominio del inglés, lengua que es muy hablada por los empresarios chinos le dio a Fernando la facilidad para poder hacer negocios rápidamente y además visitar varias fábricas donde podía adquirir su producto.
La primera vez que viajó recurrió a un compatriota boliviano que vive hace muchos años en China y que le ayudó a visitar las ferias y las fábricas además de embarcar su producto.
Los primeros viajes Fernando solamente se dedicaba a traer mercadería para su negocio, pero durante los dos últimos años otras personas interesadas en comprar productos variados de la China lo contactaron y le encargaron pedidos, mientras que otros le pidieron que los acompañara a su viaje.
“La demanda por los productos chinos poco a poco crece, cada vez hay más gente interesada en viajar y traer productos al mercado local”, asegura a tiempo de comentar que a pedido de muchas personas ha realizado viajes solamente para orientar a bolivianos que desean incursionar en la importación de productos.
Él los lleva a cambio de que le paguen el pasaje y los acompaña a las ferias, fábricas y puertos para que importen sus productos.
Según Fernando este fenómeno se da porque la mercadería china permite competir en el mercado a mejores precios y generar mayores ganancias.
Señala que las fabricas además les dan facilidades a los importadores para que les compren sus productos y los recogen de los hoteles para que visiten sus instalaciones y vean su mercadería.
En su caso manifestó que un stock de pernos para vehículos que tiene un costo de 14 dólares en el mercado local puede ser obtenido en 7 dólares en la China. Con los costos de transporte hasta Bolivia la ganancia que obtiene es de un 80 por ciento .
Si bien los productos son mucho más baratos en China, se debe seleccionar muy bien la calidad de los mismos. Para garantizar esto Fernando ha optado por hacer sus pedidos a las fábricas sin indicar que estos serán destinados al mercado boliviano.
Fernando señala que hasta la fecha no ha tenido ninguna queja de sus clientes por la calidad de los productos chinos.
COSTOS
Los costos de importación de productos chinos a Bolivia son elevados.
Importar desde el Brasil como antes hacía Fernando tenía la ventaja de contar con un 10 por ciento de descuento por el acuerdo comercial existente del Mercosur e importar de la China no tiene ningún beneficio.
Dependiendo del tipo de producto que se vaya a importar los costos varían.
En el caso de Fernando internar al país un container de autorepuestos oscila entre los 14 mil y 17 mil dólares.
Poner su mercadería en puerto implica un precio FOB (Libre a bordo) de 7 mil dólares. El alquiler del container dependiendo el tamaño del mismo implica un costo entre los 2.000 y 4.000 dólares hasta los puertos de Arica o Iquique por barco. El transporte terrestre de Chile hasta Bolivia oscila entre los 1.500 y 1700 dólares.
Una vez en la Aduana Nacional el importador debe pagar un porcentaje del costo total de su mercadería, según la tabla de costos que maneja esta.
“Con todos estos gastos, los precios de los productos chinos siguen siendo baratos en comparación a lo que se puede importar de países de Latinoamérica”, señala.
EL VIAJE
Fernando cuenta que para hacer negocios en China se requiere al menos tres semanas en ese país para poder hacer distintas visitas a las fábricas y ferias y comparar la calidad de los productos.
La permanencia en ese país es relativamente económica, ya que un hotel con baño, televisor e internet puede costar 20 dólares la noche y la comida tampoco es un problema porque el almuerzo y la cena tienen un costo de 2 dólares cada uno.
En cuanto a los pasajes se puede encontrar boletos desde los 1.600 dólares hasta los 2.200, dependiendo la ruta que puede ser por Europa o por Estados Unidos, en caso de que se cuente con visa.
Los precios de los pasajes se incrementan en abril y octubre, fechas en las que se realizan las ferias más grandes.
Fuente: Opinion