Los e-commerce confían en sus propios usuarios para demostrar la realidad de los productos
¿Quién hoy en día no ha catado las delicias de comprar por internet? ¿Quién no ha sido tentado por esos suculentos precios que rozan las gangas? En los tiempos que corren, el comercio online ha pegado un boom sin precedentes. Hecho que ha sido más que demostrado por el pelotazo que dio Alibaba en su salida en Bolsa, que llegó incluso a superar al de Facebook. Y es que Jack Ma, el fundador de este popular mercado online, ha conseguido revolucionar Wall Street con su histórica salida a cotización.
Lo cierto es que la comodidad que ofrece comprar desde el mullido sofá de tu hogar poco puede hacer con los dolores de cabeza, colas y demás desventajas de las tiendas físicas. Además de la insuperable sensación de tener a tu disposición 24 horas al día cualquier producto que, sin embargo, podrás disfrutar al poco tiempo, dependiendo de lo que quieras gastar en el envío.
Si algo se refleja en estas líneas es optimismo, cosa que no puede ser tal, si ponemos el punto de mira en la compra online de ropa y zapatos. Pocos se aventuran al peligro que supone comprar unos pantalones de la talla X o Y de la mismísima China.
Lo cierto es que lo arriesgado del problema no asusta a inversores, ya que, según estimaciones de la Euromonitor International, el mercado en línea global de ropa y calzado se expandirá en 305 mil millones de dólares en 2018, sin contar los 128 mil millones que ya obtuvo el año pasado.
Las cifras no mienten ni tampoco los dolores de cabeza que los minoristas deben afrontar con el 30% de las devoluciones de la ropa comprada. La web alemana Zalando, la tienda de moda y zapatos más grande Europa, dice que aproximadamente la mitad de los artículos que vende son devueltos, con las consiguientes pérdidas que esto supone.
Autofotos como solución
En primer lugar, llama la atención Fitbay, una «startup» danesa que pretende solventar el problema con autofotos. ¿Qué es Fitbay realmente? Se trata de una red social del e-commerce, es decir, pretende ser una suerte de armario virtual compartido. Según anuncian, en su página web los usuarios en menos de 30 segundos, yrespondiendo a 5 sencillas preguntas pueden encontrar ropa a su medida. Preguntas que van desde el género, la estatura y el peso, el tipo de cuerpo (reloj de arena, manzana, pera o rectangular), la parte superior del cuerpo y por último, la longitud de los brazos.
Una vez realizada la encuesta, la página encontrará dobles de nuestro cuerpo que podremos seguir para comprobar qué tipo de ropa han comprado y si les queda bien. Además se les anima apublicar selfies con la ropa comprada para ayudar a los dobles a decidirse. Dando así una excusa más que legítima para tomarse un popular selfie.
Esta nueva red social que se hace llamar el «Facebook de compras sociales» según su fundador Christian Wylonis, ha conseguido recaudar nada más y nada menos que 2.4 millones de dólares en fondos de inversión procedentes de Steadfast Venture Capital de Nueva York y Creandum Asesor, una empresa de capital de riesgo nórdica, y que también respaldaron a Spotify en sus inicios.
¿Qué gana Fitbay con todo esto? La publicidad no va a ser una de sus fuertes, y es que el núcleo de los ingresos procederán de los clic que hagan los clientes al finalizar una compra sugerida. El modelo de mercado sigue el patrón de Alibaba, el cual gana cerca de 43 céntimos con cada pedido. Fitbay lanzó una versión de prueba en febrero y llegó a alcanzar 100.000 inscripciones a su página web. Actualmente tiene alrededor de 1.000 minoristas que suministran la última moda a sus usuarios, tales como Uniqlo, Ralph Lauren o J. Crew.
Sin embargo, Fitbay no es la única empresa en apostar por este tipo de mercado en alza; también podemos encontrar en la web los llamados «probadores virtuales», como el caso de Qvit.com o Fitsme.com.
Qvit.com se trata de un probador virtual externo a los minoristas que pretende ayudar directamente a los usuarios a la hora de decidirse por una prenda u otra. A partir de un avatar, que podrá ser customizado de acuerdo con las medidas exactas de nuestro cuerpo, o uno estándar, podremos tener nuestro propio muñeco virtual que vestiremos a nuestro parecer, según lo que necesitemos comprar. Si bien es cierto no es todo oro lo que reluce, ya que el funcionamiento de la web suele ser lento, las sugerencias de productos se hacen al azar y ciertamente nos costará más de 10 segundos crearnos nuestra muñeco online.
Fitsme.com es otro de los conocidos probadores virtuales, cuya compañía se encuentra entre Reino Unido y Finlandia. De acuerdo con esta empresa se trata de una tecnología que permite a los compradores obtener una fotografía precisa, como un espejo, de la visualización del ajuste de la prenda deseada. Sus clientes van desde Hawes & Curtis, Henri Lloyd, Hugo Boss o Superdry, si bien es cierto que no hemos podido encontrar indicios de esta novísimas tecnología en sus páginas web.
Como punto final, desde luego que podremos encontrar muchas más soluciones para este problema de la compra online de la moda. No hay que descuidar este nicho de mercado que parece transfigurar lo físico por lo virtual. Alibaba, Zalando, Amazon, Ebay se configuran como plataformas de cabecera a la hora de comparar y encontrar verdaderos chollos en internet. Quien sabe si algún día las tiendas físicas temblarán con el paso del online como ya lo hizo el papel.
Con la tendencia al alza del e-commerce surgen nuevos retos para el mercado, si los problemas como el de la ropa o el calzado son resueltos convenientemente, pocas razones le quedarán al comprador final parano realizar todas sus compras por internet.
