La industria pesquera local aguarda que se aplique una rebaja en los aranceles para ingresar a China y que sean revertidas otras trabas para la venta de langostino. Mientras tanto el país asiático logró incorporar buques para la pesca de calamar y exhibe una creciente participación en la actividad pesquera nacional.
A pesar de que la industria pesquera argentina permanece en una situación de quebranto, capitales de origen chino están logrando obtener una participación creciente dentro de la actividad. En los últimos meses, el gobierno nacional autorizó el ingreso de 10 embarcaciones de este origen para la pesca del calamar y acaba de recibir un nuevo pedido para que sea admitido el acceso de otra decena de buques de estas características.
Existen varios indicios que hacen presumir que a pesar de la existencia de ciertas protestas, esta solicitud tendría una respuesta favorable por parte de las autoridades.
Resulta evidente que las inversiones chinas vienen encontrando facilidades para establecerse en el país.
Si bien la presencia asiática dentro de la actividad pesquera argentina no es nueva, lo llamativo es que en este momento las inversiones de ese origen aparecen como las de mayor visibilidad en un contexto en el cual el negocio tiene, en apariencia, muy poco atractivo.
En los últimos años casi todos los capitales extranjeros que existían en la pesca argentina abandonaron las plantas que explotaban en la Patagonia, mientras que las empresas de origen nacional ingresaron en un proceso de deterioro económico y financiero preocupante.
Así y todo China está mostrando interés por instalarse como un jugador fuerte dentro de la actividad productiva local. Es que además de haber logrado concesiones para que sus buques exploten el calamar, capitales chinos también comenzaron a aparecer como dueños de varias empresas locales, de las que suelen poseer el 10% de su propiedad.
Aranceles
Es claro que en los últimos años, el gobierno nacional cultivó un vínculo con China dentro del cual, la cuestión pesquera ocupó un lugar significativo. En un comienzo se supuso que como fruto de esta relación, las empresas argentinas verían allanado su ingreso al mercado Chino, sobre todo si se lograba que ese país redujera los aranceles aplicados sobre productos como el calamar y el langostino. Según las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, justamente este tema viene siendo parte de las conversaciones que Argentina mantiene con el país asiático.
Pero lo concreto es que tras varios meses de espera, aún no se logró que los chinos aceptaran reducir los montos de estos impuestos, generando que para las empresa locales siga siendo muy difícil acceder a ese mercado.
No obstante, aquellas empresas en las que los chinos tienen participación accionaria parecen no estar sufriendo las mismas restricciones que el resto, lo que explicaría por qué razón las ventas de productos pesqueros a ese país crecieron de manera significativa en 2013.
Tras observar los múltiples beneficios alcanzados hasta ahora por China en materia pesquera, hay quienes se preguntan cuál es la ventaja que está obteniendo o podría obtener la Argentina en el marco de esta relación.
Otras barreras
El hecho de que hace dos semanas el presidente Chino, Xi Jiping, visitara el país sin que se hiciera mención a la cuestión pesquera, generó dudas sobre los resultados de la aceitada relación entre ambos países en este ámbito.
No sólo el hecho de que los aranceles no hayan sido tocados genera desconfianza. En los últimos meses China complicó todavía más el ingreso de langostino a ese país, luego de que su gobierno prohibiera la presencia del metabisulfito utilizado como conservante. Lo curioso es que la Unión Europea no expresa ningún reparo frente al uso de esta sustancia, por lo que la medida está siendo interpretada como la imposición de una clara barrera para arancelaria hacia la Argentina por parte de China.
Por otro lado, la presencia de buques chinos en la Zona Económica Exclusiva capturando calamar es interpretado como otro hecho que perjudica a las empresas nacionales, debido a que la extracción de este recurso les otorga a los asiáticos una significativa cantidad de materia prima que es procesada a bajos costos y comercializada en mercados donde compiten con los productos argentinos. (La Capital – Mar del Plata)