Apple ha decidido ampliar sus esfuerzos ambientalistas con una inversión en un proyecto de energía solar en China y la preservación de unas 15.000 hectáreas de bosques sostenibles en Maine y Carolina del Norte.
Las iniciativas se desarrollan en momentos que el gigante tecnológico cumplió este año la meta de usar energía renovable en todas sus operaciones en Estados Unidos con el fin de reducir las emisiones de dióxido de carbono, iniciativas que le han ganado la felicitación de grupos ambientalistas como Greenpeace.
Apple anunció el jueves una iniciativa para usar papel hecho a base de árboles talados bajo condiciones ambientales adecuadas. También promete usar más electricidad generada por fuentes renovables en otros países, donde la compañía depende de fabricantes bajo contrato y donde una alta ejecutiva de la empresa reconoció que se puede hacer más.
«Es importante que abordemos el cambio climático en cualquier parte que tengamos presencia», dijo Lisa Jackson, vicepresidente de Iniciativas Ambientales de Apple, a The Associated Press. «En China tenemos aliados de manufactura, estamos tratando de implementar la misma innovación allí. Este es el comienzo».
El nuevo proyecto de energía solar en China tiene una capacidad de 40 megavatios, menos que algunos otros que la empresa ha anunciado en Estados Unidos. En comparación, Apple está pagando 850 millones de dólares por los derechos a casi la mitad de la generación de una planta solar de 280 megavatios cuya construcción se planea al sur de la sede de la compañía en Cupertino, California. Ese proyecto producirá suficiente electricidad para todas las oficinas de Apple en California, un centro informático y 52 tiendas minoristas.
Sin embargo, el proyecto en China producirá más de la mitad de la energía que necesitan las 19 oficinas empresariales y 21 tiendas minoristas de Apple en China y Hong Kong, dijo Jackson, quien agregó que la empresa usa energía renovable para el 87% de su consumo en todo el mundo.
Sin embargo, esa cifra no incluye el consumo significativo de los fabricantes por contrato. Con el nuevo proyecto en China, Apple trata de mejorar primero sus propias operaciones.
«Antes de ir a otro lugar y comenzar a pedir y a final de cuentas exigir, energía limpia, queremos mostrar cómo hacerlo», dijo Jackson, quien fue administradora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) durante el primer período del presidente Barack Obama.
Jackson declinó decir cuánto invierte Apple en la planta, que se construye en alianza con la empresa estadounidense SunPower y cuatro firmas chinas. Aunque el país asiático es conocido por su dependencia del carbón para la producción de electricidad, el gobierno se ha fijado metas ambiciosas en materia de electricidad producida por medios solares, eólicos e hidroeléctricos.