En los años 1980, el municipio de Rudong en la provincia costera china de Jiangsu fue elogiado por su estricta adhesión a la infame política del hijo único. Tres décadas después, los residentes del país están pagando el precio por los esfuerzos de control de la población por parte del régimen chino.
El municipio de Rudong recientemente fue puesto bajo escrutinio por tener un crecimiento demográfico negativo durante 17 años consecutivos y por tener una población que envejece rápidamente, según un informe del 29 de marzo de Noticias Beijing, un medio de comunicación semioficial. Los residentes del municipio no se han acoplado a las medidas pronatalistas instituidas recientemente.
Luego del cambio de milenio, escuelas en Rudong se vieron obligadas a cerrar debido a la falta de niños – una maestra de jardín que está contemplando la posibilidad de cerrar su escuela dijo que allá por 1999 había 5 escuelas secundarias, 7 escuelas primarias y al menos 5 jardines de infantes, pero que ahora sólo había 1 secundaria, 1 primaria y 3 jardines de infantes.
Mientras tanto, los edificios de muchas escuelas que cerraron han sido redestinados para convertirse en asilos de ancianos. Por ejemplo, los Apartamentos Binshan para Personas Mayores, el asilo de ancianos más grande de Rudong, antes era la Escuela Primaria Gangnan, la cual fue cerrada en el año 2012. Actualmente hay más de 20 asilos de ancianos en Rudong.
Los trabajadores mayores son algo común en Rudong. Los 20 extraños que andan en triciclo y copan una concurrida calle comercial del pueblo, tienen todos más de 60 años de edad. Los trabajadores de cincuenta años son proclamados “gente joven” en una obra en construcción del pueblo de Fengli.
La desequilibrada población de Rudong fue el resultado de haber sido el terreno de prueba para las medidas de control poblacional del régimen. En los años 1950, las mujeres en el municipio tenían un promedio de 5 hijos cada una. Los controles antinatalistas fueron introducidos en 1963, y veinte años más tarde, más del 99,5 por ciento de las parejas de Rudong tenían sólo un hijo.
En 1986, el Consejo de Estado del régimen chino rindió homenaje a Rudong al declarar al municipio como una “Unidad Roja de Planificación Familiar” y presentar una medalla de oro al gobierno local. El gobierno local incluso erigió un monumento para conmemorar el logro.
Sin embargo, “hoy en día el premio ya no es glorioso”, dijo Pan Jinguan, un ex miembro del Comité Permanente del Partido, a Noticias Beijing.
Pan agregó que su esposa se practicó un aborto con cuatro meses de embarazo en orden a acatar la política nacional del hijo único en los años 1980, una decisión que él “no podía darse el lujo de lamentar” si quería mantener su membresía del Partido y su nombramiento político.
El 28 de marzo de 2014, la Provincia Jiangsu implementó la llamada “política de los dos hijos” en la que se permitía que las parejas constituidas de hijos únicos tuvieran un segundo bebé en algunas partes de China. Los funcionarios de Rudong entraron en acción y colgaron banderas que decían cosas como: “Alentando parejas calificadas a tener dos hijos para que la población de Rudong pueda tener un desarrollo a largo plazo”. El monumento que conmemoraba los logros antinatalistas del municipio fue silenciosamente retirado.
Dos años más tarde, la acogida de la flexibilización de las medidas de control de natalidad fueron mucho menos entusiastas de lo que esperaban los funcionarios – menos del 1 por ciento de las familias de Rudong presentó solicitudes para tener un segundo hijo.
Pan, ex máximo funcionario de Rudong, tiene la teoría de por qué los residentes del municipio no pueden hacer la transición a una China con dos hijos: “Tener hijos sigue la ley de la naturaleza”, dijo en una entrevista con Noticias Beijing. “Por dos generaciones, la gente se acostumbró a la idea de tener sólo un hijo, y esta tendencia no puede ser revertida fácilmente.
Incluso a pesar de que la política ha sido suavizada repentinamente, es difícil para las personas superar la imagen de una familia nuclear con sólo tres miembros”.
En el popular sitio chino de microblogging Sina Weibo, los internautas reaccionaron amargamente frente a las políticas intrusivas de planificación familiar y su legado, así como el honor otorgado al municipio hace 30 años en razón de sus logros en materia de planificación familiar.
“El monumento que consagraron está manchado con la sangre de muchas muertes. Puedes erigir un documento y remover el monumento, pero ¿puedes remover el resentimiento del corazón de la gente?”, escribió el internauta “Carbonizando” de Shaanxi.
“No es una cuestión de si queremos tener un segundo hijo. Sino por qué el Estado tiene el derecho de interferir con nuestra decisión de tener hijos, y cuántos”, escribió “Qin Ke Qin Ke” de Hebei.
“Demolido Muro de Berlín” de Shaanxi preguntó: “¿Quién sería responsable por esta errónea política nacional?”