¿Quién no conoce alguna marca de smartphones de China? Estamos seguros que has oído hablar alguna vez de Huawei, Oppo o Xiaomi, las marcas Chinas de smartphones que por un precio muy competitivo son capaces de ofrecer las mismas o más prestaciones que cualquier otro terminal coreano, americano o japonés. La verdad es que estas marcas de móviles se han extendido como la espuma en todo el mundo consiguiendo así hacer la tecnología más accesible a todas las personas.
Pero no todo es tan bonito como parece, en España estos teléfonos están cada vez más arraigados entre la gente, pero dentro del país asiático parece ser que las cosas no van tan bien. Lo cierto es que un estudio de IDC ha demostrado que las ventas de los terminales en China han decrecido por primera vez en seis años. Esto parece ser un indicio de que el gran mercado mundial de los smartphones se está quedando sin espacio para crecer.
La verdad es que el crecimiento iba cada vez a menos, tal y como indica el gráfico anterior. Los expertos afirman que este decrecimiento es provocado por la desaparición de los compradores primerizos de smartphones. 3 de cada 4 teléfonos móviles en China son smartphones y representan el 90% de las ventas de móviles. Casi todo el mundo en China que quiere un smartphone, ya tiene uno, por lo que el país se ha convertido en un mercado de recambio, dónde solo se compra cuando surge la necesidad de cambiar de teléfono.
Lo único que pueden hacer ahora las compañías existentes es ganarse a aquellas personas que deseen actualizar su móvil para así obtener uno mejor. Las mejoras deben ser lo suficientemente significativas para poder aumentar su cuota de mercado, sobretodo ahora que la competencia es bastante dura en este sector. Las empresas se dividen el pastel entre los móviles de alta y de baja gama, así pues, aquellas que se encuentran en el medio lo tienen bastante mal para salir de esa situación.
No obstante, quizá la clave no es quedarse en un mismo país e ir mejorando lo que ya hay existente. Lo mejor para todos sería que los esfuerzos de las grandes compañías se concentrasen en poder llevar esta misma tecnología a otros países emergentes y con unas oportunidades de mercado más elevadas. En concreto estoy pensando en el caso de India, un país que desde hace poco tiempo está empezando a estallar como motor económico.
El turno de India
India es un país con 1.200 millones de personas, no llega a la población de China, pero está a punto, ya que se estima que en unos pocos años la habrá superado con creces. No obstante, la tasa de penetración de los smartphones es muy baja, ya que hay unas 900 millones de personas con suscripción de móvil, aunque de ellas solamente entre 100 y 120 millones poseen un smartphone, por lo tanto aún queda mucho trabajo por hacer.
Aún así, hay que tener en cuenta la mentalidad de las personas en lo que a sensibilidad de precios se refiere. En China la gente no está dispuesta a pagar mucho por un teléfono, es por eso que los que se fabrican en el país suelen tener unos precios más bajos que otros de la competencia. En India pasa una cosa parecida, y es que la gente tiene la mentalidad de comprar objetos baratos si realmente hacen la misma función que otro con un precio más alto: si lo que quieren es llamar a su familia, con un teléfono convencional les bastará.
Sin embargo, los consumidores en India tampoco buscan siempre lo más barato, ya que tienen especial interés en aquello cuya relación calidad-precio sea buena. Las compañías que más encajarían en este mercado podrían ser aquellas que provienen de China, como por ejemplo Xiaomi. Este es un ejemplo estupendo de una empresa que manufactura móviles con buenas características y a un precio muy reducido.
Otras empresas como Apple o Samsung lo tienen un poco más difícil que el resto, ya que ofreciendo lo mismo que Xiaomi, su precio es bastante más superior. Como curiosidad, en el mercado indio los iPhone de generaciones anteriores se perciben con más calidad que aquellos que han salido hace poco. Quizá para entrar debería sacar un teléfono a precio competitivo y con las características que podemos encontrar en uno como el iPhone 4.
En definitiva, que el mercado de China se estanque no quiere decir que hay una crisis en el sector de los smartphones, sino que está empezando a madurar y ahora se deben explorar nuevos lugares donde extenderse y poder hacer más accesible la tecnología. Todo sigue el curso natural de los productos, después de una etapa de crecimiento nos estancamos, pero aquí es cuando se demuestra el verdadero potencial de las empresas para innovar y crear otros sustitutos más potentes que los actuales.