Inicio Huawei Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas

Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas

750
Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas
Kevin Ho: China es el mercado más competitivo del mundo.

Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas. Desafía a Apple y a Samsung rompiendo con los prejuicios que asocian a China con bajo precio y calidad dudosa.
SHENZHEN.- El objetivo no parece fácil, pero la combinación de paciencia y confianza de los chinos se presenta como una fórmula casi imbatible.

En un plazo máximo de tres años, Huawei -una empresa relativamente nueva, que se hizo fuerte en la infraestructura de telecomunicaciones y hace tan sólo años decidió apostar fuerte al negocio de los celulares, con una ecuación de precio/calidad muy agresiva- quiere desplazar a iPhone y convertirse no sólo en la segunda marca más vendida del mundo, sino también en la principal amenaza de Samsung, la coreana que hoy lidera las ventas a nivel internacional.

Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas. Los números están respaldando las metas que se impuso la marca. En 2015 Huawei facturó US$ 60.800 millones, con un total de 108 millones de celulares vendidos en 170 países. Su participación en el mercado mundial de smartphones por su parte trepó al 11,4% en el primer semestre de 2016. En la compañía china aseguran que de mantener su actual tasa de crecimiento no falta mucho para que logren desplazar a iPhone del segundo puesto, y destacan que la mejor prueba de su poderío es el liderazgo que ostentan en China, donde su market share supera el 18 por ciento.

Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas

«China es el mercado más competitivo del mundo porque todas las marcas están fabricando en nuestro país y a pesar de esta competencia, hoy somos los líderes y además estamos a la cabeza en materia de innovaciones. Con nuestro Huawei P9 lanzamos un celular con dos cámaras y seguramente en unas pocas semanas Apple haga lo mismo cuando presente su iPhone 7, aunque será un poco tarde», explica Kevin Ho, presidente de Handset Product Line -una de las tres divisiones en la que están distribuidos los negocios de Huawei-, en un encuentro con periodistas de toda América latina.

Leer también:  Huawei confirma lanzamiento de teléfono 5G - con pantalla plegable

Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas. Para convertirse en la mayor preocupación de Apple y Samsung, en Huawei se jactan de contar con el know-how para adaptar sus productos a las necesidades de los consumidores de mercados más desarrollados. Esta sensibilidad made in Tercer Mundo es lo que explica el éxito de la marca china en América latina y en una gran cantidad de mercados emergentes. En la Argentina se trata de un jugador relativamente nuevo -en 2011 puso un pie en el país con el inicio de la producción de los primeros modelos de celulares en Tierra del Fuego, pero su crecimiento se vio frenado por las trabas para importar-, y en el primer trimestre de 2016 triplicó sus ventas, con el objetivo explícito de liderar el mercado en un plazo de dos o tres años.

Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas

«Para este año, la meta que nos impusimos es llegar a los 140 millones de smartphones vendidos», asegura Ho, que destaca que el modelo de conducción Huawei tiene algunas particularidades. Muy lejos del paradigma americano de liderazgo basado en la figura de un CEO todopoderoso, en la empresa china implementaron un sistema de conducción colegiada, en el que tres ejecutivos -Guo Ping, Hu Houkun y Xy Zhiun- se turnan cada seis meses la función de CEO de Huawei.

Leer también:  Según informes Qualcomm anunciará el SoC Snapdragon 775G el 17 de junio

«Estamos convencidos en el poder del equipo y de hecho en la compañía el dueño sólo tiene un 1% de las acciones. El 99% restante está repartido entre los empleados», explican en la compañía fundada en 1987 por Ren Zhengfei.

En la empresa china además se jactan de que el 45% de sus 170.000 empleados está enfocado en la investigación y desarrollo de productos. En la última década, la compañía lleva invertidos más de US$ 37.000 millones de dólares en esta área, con 16 centros especializados repartidos en tres continentes.

«El desafío que tenemos es convertirnos cada vez más en una marca global y cool. En Estados Unidos tenemos un equipo de diseño y también trabajamos con otro centro en París, y la idea es siempre nutrirnos de las experiencias de los usuarios en diferentes mercados, lo que estamos convencidos de que termina enriqueciendo el papel de la marca», aseguran en la compañía china.

Estrategia celular

A diferencia de los rivales coreanos -que ofrecen un abanico de productos enorme, que en el caso de Samsung pueden ir desde teléfonos hasta automóviles, pasando por seguros de vida, servicios médicos y parques de diversiones, y que en LG incluye petroquímicos y artículos de limpieza-, en Huawei trabajan con lo que definen como una smartphone strategy.

Con este foco en el consumidor final, apuntan no sólo a convertirse en un líder en un mercado tan icónico como el de los celulares, sino también a dejar definitivamente atrás la idea de que las marcas chinas son sinónimo de productos de bajo precio y calidad dudosa. «El objetivo de Huawei es construir un ecosistema de vida inteligente enfocado en el consumidor, trabajando con alianzas que nos permitan explorar juntos nuevos campos», asegura Ho

Leer también:  LG G7 ThinQ vs Huawei P20 Pro: ¿Cuál es la diferencia?

Huawei, que es posiblemente el ejemplo más acabado de éxito del modelo de capitalismo de Estado que encarna la ciudad de Shenzhen. Hace menos de cuarenta años, la sede de Huawei, 40 kilómetros al norte de Hong Kong, era una aldea de pescadores. Hoy cuenta con más de 15 millones de habitantes y es el mayor centro de producción de celulares de China, es decir, del mundo.

Cómo Huawei busca cambiarle la imagen a las marcas chinas

La ciudad fue elegida a fines de los 70 por el entonces presidente chino Den Xiaoping para convertirse en la primera Zona Económica Especial del país, en el marco de lo que en ese momento se presentaba como un incipiente e incierto proceso de apertura económica.

El nuevo estatus de Shenzhen rápidamente se tradujo en una explosión de inversiones multimillonarias de empresas de todo el mundo que llegaban seducidas por la mano de obra barata china. Y en un círculo virtuoso desde el punto de vista industrial, la radicación de nuevas empresas se convirtió en el principal anzuelo para la llegada de más compañías hasta convertir a la ciudad de Huawei en el mayor polo tecnológico de China y lo más parecido al Silicon Valley que se puede encontrar en las antípodas del mundo.

Fuente

Facebook Comentarios