Xiaomi no está pasando por su mejor momento. Como empresa privada aupada a hombros de inversiones multimillonarias, está a merced de la opinión de un puñado de inversores relevantes, al contrario que el resto de empresas con las que compite en el mercado de la tecnología de consumo como Huawei, Samsung o Apple. Así como sus principales rivales que vienen “comiendo terreno” desde abajo como Coolpad o Vivo.
El enfriamiento de las inversiones privadas a nivel global, y la particular situación China, el parón de ventas de smartphones y el sorpasso de Huawei, llevan meses causando preocupación entre la comunidad invasora sobre Xiaomi: ¿Está la compañía pekinesa sobrevalorada? Es la pregunta del millón.
Algunos analistas están rebajando la valoración de Xiaomi a menos de la mitad
Desde diciembre de 2014, cuando la quinta ronda de inversión —de 1.100 millones de dólares— valoró la compañía en 45.000 millones, la compañía liderada por Lei Jun no parece levantar cabeza. Algunos analistas independientes están valorando la compañía en menos de la mitad tras consensuar la nueva realidad.
Considerada por parte de la comunidad tecnológica e inversora como la “Apple de China”, los pekineses no han tenido mucho pudor en utilizar parte de la metodología de Apple: desde copias planas hasta declaraciones de admiración pública. Hoy en día, sin embargo, la compañía quiere dejar ese parte en el pasado y encontrar su nueva identidad, marcar su propio camino. Y lo necesita. Al contrario que Apple, Xiaomi se basa en márgenes de venta casi nulos, y sus métodos de diferenciación parecen no estar siendo tan efectiva como se pensaba.
Dejando China atrás
Xiaomi tiene una estrategia para diversificar geográficamente sus ventas. Llegaron a México, y su plan para una docena de países va lento pero seguro. De momento no tienen ninguna prisa por llegar a Occidente, aunque está en sus objetivos a largo plazo. Lo que sí preocupa e interesa es India.
El mercado Chino seguirá creciendo, claro. Pero la saturación es mucho mayor, y la competencia es mucho mayor, así como el apetito de los chinos —especialmente en las grandes ciudades— por las marcas extranjeras como Apple, que ha liderado el mercado de ventas en dos trimestres no consecutivos a pesar de ser ampliamente pronosticado que la estrategia de Apple no era válida tanto allí como Japón, donde lidera el mercado desde hace años.
Xiaomi no tendrá la ventaja del precio en India como la tuvo en China. Y sin fuertes nuevas inversiones, será difícil que rebaje aún más los precios
India será el mercado que más crece y crecerá en los próximos años. Todos los ojos están puestos allí, pero el mercado se plantea especialmente particular debido al interés que el gobierno Indio ha puesto en las contrapartidas para las empresas que fabriquen, o acaben de ensamblar al menos, los smartphones en la India.
Esto hace que Xiaomi no pueda depender de sus tradicionales fuentes de hardware y componentes en el sur de China, y aunque algunos de sus socios están abriendo fábricas y centros en India, otras marcas le llevan ventaja.
Xiaomi ha hecho un gran trabajo adaptando MIUI, su “sistema operativo” basado en Android al mercado Indio con las particularidades, idiomas y localismos. Pero aún así está la diferencia de precio.
El nuevo terminal estrella de Xiaomi, el Mi 5 se vende por más de 300 dólares, un precio muy superior al precio medio de venta de los smartphones en India. Otras gamas como los RedMi Note y Mi 4i serán los encargados de hacer el grueso de las ventas totales en India. Un mercado donde la propia Xiaomi espera que el 50% de las ventas totales sean online y no a través de tiendas físicas, una cifra muy superior incluso a la de la China adicta a las compras online, que se mantiene en un tercio del total.
Viejos y nuevos rivales
En India le esperan una Apple que se ha mantenido retirada del mercado hasta que maduraran las redes, y Samsung, que mantiene en India la primera posición de ventas de smartphones y teléfonos móviles tradicionales de forma perenne desde hace años.
Mantiene un liderazgo holgado a pesar del asedio al que es sometido de forma continua por los fabricantes indios, gracias a la atomización de la oferta local. Más de un 20% de las ventas son de la coreana, aunque en el pasado Samsung disfrutó de cuotas del 30% tras la caída en desgracia de Nokia. Los nórdicos fueron absolutamente líderes en el subcontinente, pero ahora son un mero recuerdo.
Xiaomi de momento es 7º en India, justo por detrás de Apple. Y no es el único gigante chino apostándolo todo en India
Samsung está renovando su gama J, que engloba la mayor parte de los smartphones vendidos en India, y la dotará de un acabado metálico pronto, algo que —de mantener o reducir precios— permitirá a Samsung adoptar un modelo de apariencia premium y coste reducido.
Micromax e Index, seguidos de los también locales Karbonn y Lava, forman el grueso de las ventas en India con el 40% de los smartphones vendidos en el último trimestre de 2015. Micromax está pasando por una etapa complicada, tras la dimisión de su director ejecutivo, lo que demuestra la volatilidad del mercado.
Xiaomi de momento aguanta en una séptima posición en el mercado Indio, justo por detrás de Apple y las anteriormente mencionadas.
Pero Xiaomi no es la única empresa que quiere cruzar el Himalaya. Lenovo ya tiene una gran presencia en las principales ciudades del subcontinente, y más rivales del Cantón como Vivo y Coolpad quieren un trozo del Nankhatai.
Manteniendo bolas en el aire
Será muy interesante observar el 2016 y 2017 de Xiaomi. Ver cómo intenta mantener todas estas bolas en el aire a la vez, y ver si es capaz de mantener ventas en China mientras elimina su excesiva dependencia su principal fuente de ventas: varones jóvenes chinos urbanos.
Todo mientras es capaz de asegurarse nuevas rondas de financiación, que se antoja dificultoso vista la situación del capital riesgo actual, o empezar a mantener una línea de beneficios constante, algo que parece ser aún más difícil.
La última cifra filtrada de Xiaomi demostraba crecimiento entre 2012 y 2014, y aunque pretendían pasar de los mil millones de beneficios en 2015, el parón de ventas se interpuso casi con total seguridad en ese objetivo. Mover terminales no vendidos de China a India podría ser un paso intermedio en la estrategia, pero necesita un plan sólido.
Lo que sí es cierto es que Xiaomi ya no es la única chica guapa del baile, y muchos de sus competidores han aprendido sus trucos, al igual que Xiaomi aprendió los de Samsung y Apple.
Dependencias y diversificación
Lo hemos comentado en otras ocasiones, Xiaomi tiene más de Samsung Electronics que de Apple. Simplemente Xiaomi comparte mucho del gusto por lo “teátrico» de Apple. Es difícil ser como Samsung Electronics sin tener a Samsung Semiconductors detrás para apoyarte.
Xiaomi es grande, pero tiene una excesiva dependencia de otros miembros de la industria
Pero Apple mantiene una línea de productos limitada, algo que seguirá siendo realidad aunque salte al mundo del automóvil. Mientras que Xiaomi tiene tantas gamas de productos que es difícil de seguirlos todos: pulseras de actividad, humidificadores, routers, televisores, e incluso ahora: bicicletas.
Pero las dependencias siguen siendo claves. Xiaomi depende en exceso de sus proveedores, a los que no puede mantener con un látigo y una millonaria zanahoria como Apple, acostumbrada a adelantar dinero, inversiones y maquinaria a sus proveedores para que puedan alcanzar la escala que Apple necesita.
Xiaomi tiene una dependencia mucho más inestable de Qualcomm y Hon Hai entre otros. El Mi 5 llegó tarde debido al retraso del chip de Qualcomm, afectando gravemente a las ventas de Xiaomi en 2015. Si Xiaomi desapareciese mañana, Qualcomm, Hon Hai y el resto de proveedores encontrarían rápido nuevos clientes listos para llenar el hueco. Si Qualcomm desapareciera, Xiaomi tendría que saltar a otras alternativas que, hasta ahora, los pekineses no han considerado para su gama alta.