La industria del espectáculo tecnológico se prepara para un revolucionario iPhone en el año de su décimo aniversario, la apuesta segura del Galaxy S8 o la consola híbrida de Nintendo.
1. El iPhone del aniversario: la necesidad de un revulsivo
El teléfono que lo cambió todo cumple este año diez años. Y para tal ocasión, su fabricante, Apple, necesita un revulsivo que recupere las ventas de antaño y seduzca no solo a sus fieles seguidores, sino atrapar a un nuevo consumidor. La maquinaria de los rumores lleva tiempo encendida y se van conociendo algunas propuestas por parte de diferentes sectores. La idea que se ha barajado es que la compañía se ha guardado un par de ases en la manga para asombrar al mundo nuevamente.
El próximo dispositivo, que se barajan nombres como iPhone 7S o iPhone 8, debería llegar si sigue la tradición en septiembre. Los primeros rumores apuntan a tres versiones diferenciadas por tamaño, una de las cuales, la de 5.8 pulgadas será un gigantesco panel tecnología OLED que ofrece colores más vivo y contrastes más intensos. Con ello se espera ofrecer imágenes más espectaculares. Las otras dos versiones, vaticinan los analistas, mantendrá las dimensiones (4.7 y 5.5 pulgadas).
Otra de las propuestas que barajan es la eliminación, tras una década, del característico botón físico de Inicio para integrarlo en la propia pantalla mediante una tecnología de presión, por lo que ya existen patentes que vienen a anticipar ese deseo. Es posible, además, que suba un nuevo escalón hacia su conversión como terminal inalámbrico. Para una empresa como Apple que acostumbra a agitar los estándares del mercado, la eliminación de la clavija para auriculares del actual modelo, el iPhone 7, puede sentar un precedente para lo que debe ser el siguiente hijo de la familia. Quién sabe si el iPhone X será el primer teléfono que enterró los cables.
Otras opciones que circulan entre las previsiones apuntan a un iPhone que sirva de ventana hacia los contenidos inmersivos. Algúntipo de aplicación de realidad virtual o aumentada, además de un diseño vanguardista y rompedor que aproveche todos los marcos o, incluso, tenga alguna curvatura como los Galaxy S7 están en la mente de los analistas como grandes desafíos de la compañía para este año.
2. Un Galaxy S8 que anule el efecto Note 7
El desliz -por así decirlo- del Note 7, que tuvo que ser retirado del mercado a consecuencia de sus fallos técnicos, ya ha pasado factura a una empresa, Samsung, acostumbrada a ir de menos a más. El pasado año tenía a tiro a su máximo rival en el mercado, Apple, pero acabó por convertirse en su mayor pesadilla. Algo que no se olvida. Y, para evitar cometer algún tipo de error que eche definitivamente por tierra su imagen, la firma surcoreana está estudiando mandar la presentación oficial del próximo Galaxy S8 a un evento especial en abril, cancelando así las previsiones iniciales de acudir con este dispositivo a la feria Mobile World Congress de Barcelona, fechada para marzo.
Las informaciones al respecto salen a cuentagotas, pero las filtraciones que van surgiendo pueden ayudar a perfilar algunas de las características y prestaciones que contendrá el próximo buque insignia de la firma. En un año en el que han sonado campanas de una llegada de las pantallas flexibles (¿sonará la flauta?), el gigante de la tecnología puede apostar por servicios de Inteligencia Artificial aprovechando el asistente virtual Viv -fundada, por cierto, por los creadores de Siri- o sistema de audio más avanzado gracias al apoyo de Harman, dos empresas, por cierto, que adquirió el pasado año y puede estar en condiciones de sacarle punta a su dispositivo estrella.
Hay otras propuestas que suenan, como heredar el lápiz óptico de la serie Note, algo que sin embargo, puede resultar algo descabellado. También se habla de la posibilidad de eliminar, como hizo Apple el pasado año, la toma de auriculares «minijack» y de añadir una pantalla sensible a la presión, algo ya presente en los terminales más avanzados de Apple.
Se cuenta en los mentideros de internet que el Galaxy S8 puede incluso disponer desde cámaras con sensores de 30 megapíxeles (¿), escáner de iris, pantalla con resolución 4K (imperceptible para el ojo humano en el tamaño que se mueven las pantallas de los móviles), así como otras características ya existentes como ranuras para tarjetas microSD, protección IP68 para resistir agua y polvo y batería de 4.200 mAh.
¿Se cumplirán los pronósticos? Sin confirmar nada, Samsung podría sin embargo recuperar la gama Note para ofrecer un nuevo modelo, aunque a día de hoy parece una apuesta imposible dado el recuerdo de imagen en el consumidor con el último Note 7 y sus problemas de sobrecalentamiento.
3. LG G6: el experimento modular no estaba logrado
La firma surcoreana ha vivido un 2016 terrible por la fría acogida del LG G5, un terminal que coqueteaba con el concepto de móviles modulares pero que, finalmente, no ha logrado cautivar al gran público. Pese a valorar el riesgo en un sector, el de la tecnología móvil, que parece que no está innovando al mismo ritmo que épocas anteriores, la marca prepara la llegada de su nuevo miembro de la familia. Se llamará LG G6 y todo indica que apostará, además, por sumarse a esa corriente de cámaras duales.
Según las primeras filtraciones, el terminal será sumergible -siguiendo la estela del mercado-, detección ocular y una nueva gama de sensores destinados a la monitorización de la salud del usuario. Se habla de una pantalla de 5.3 pulgadas capaz de extraer una resolución 4K y en su interior se encontrará un cerebro de ocho núcleos soportados por -y ojo al dato- 5 GB de memoria RAM, unas cifras que, sobre el papel, garantizarán un buen rendimiento.
Otro de los aspectos a tener en cuenta sobre este terminal es su elegante diseño, su lector de huellas dactilares ubicado en la parte delantera y, según los primeros rumores, una mayor batería que aseguren una autonomía más amplia que el actual modelo. También se ha especulado en torno a la posibilidad de añadir dos altavoces frontales con sonido estéreo.
4. HTC 11: vida o muerte
La firma taiwanesa vive momentos duros por la escasa acogida de sus dispositivos móviles. Pese a haber creado uno de los móviles más avanzados del mercado, el HTC 10, tampoco ha logrado cosechar los resultados esperados. Y su sucesor, que podría llamarse HTC 11, vendría a confirmar o no su presencia en este mercado, el de la telefonía móvil inteligente, que es cada vez más competitivo.
En cuanto a su posible llegada, se habla de este primer trimestre. Con un diseño externo similar a los modelos actuales, el futuro «smartphone» ofrecerá un cuerpo metálico y en su interior se encontrará un procesador Snapdragon 830, fabricado por Qualcomm. Se avanzará, dicen los analistas, en su apartado fotográfico, con una cámara más avanzada y un sensor de 12 megapíxeles. Será, también, sumergible y dispondrá de una batería más potente, así como altavoces frontales. Un error más condenaría a la marca.
5. HTC Vive 2: adiós a los cables
La realidad virtual entró en 2016 con una gran esperanza y salió, sin embargo, con pesimismo. La fría acogida de esta tecnología llamada a revolucionar la industria ha reducido en cierta manera el interés por este tipo de dispositivos. Solo PlayStation VR, por su escaso precio de salida y estar dirigido a propietarios de la consola de sobremesa PlayStation 4, ha aguantado el tirón convirténdose en líder de ventas.
Pero HTC parió el mejor dispositivo de realidad virtual del momento, las gafas Vive. En esta temporada es posible, según los primeros rumores, que la firma lance su segunda generación que tendrá como principal aliciente una tecnología inalámbrica. El hecho de abandonar los engorrosos cables facilitaría mucho las cosas y ayudaría a atrapar al usuario en el desafío de trasladarle a esos mundos alternativos. Ello, sin embargo, debería acompañarse por llenar este tipo de visores con contenido más atractivo.
6. Nintendo Switch: buen concepto, dudas sobre su capacidad
La veterana firma japonesa tiene un gran desafío por delante. Mientras acelera los pasos por entrar en el entorno móvil con algunas aplicaciones como Super Mario Run, continúa exprimiendo su idea de ocio electrónico. Y la consola híbrida Switch puede ser la solución. Un concepto, sin duda, atractivo y sugerente al permitir disfrutarse como consola portátil y enchufarla cuando se desee a una televisión.
Solo sus prestaciones técnicas, que se conocerán el próximo 13 de enero, despierta inquietudes entre los posibles compradores. A su favor, sin embargo, está su estrategia de juegos, mucho más elaborada y meditada que con la fracasada Wii U. Un centenar de distribuidoras y estudios de desarrollo ya han confirmado que lanzarán sus propuestas a esta consola, cuya fecha de lanzamiento (se comenta que marzo) y precio se desconoce.
La nueva plataforma está diseñada para una buena transportabilidad gracias a su estructura portátil y, a su vez, ofrece la posibilidad de acoplarse a un televisor para jugar a los videojuegos que uno desee gracias a una base especial que permanecería estática por ejemplo en el salón. Así, con solo retirar la consola de su base pasará automáticamente a modo portátil. Por tanto, se pasea por tres estilos de diferentes: es multiplataforma, multijugador y multipantalla. Todo en uno.
Uno de los aspectos más curiosos de su diseño es que tiene incorporados unos controladores desmontables. Su funcionamiento es sencillo. Al separar unos mandos llamados Joy-Con, que están a cada lado de la consola se puede jugar de varias formas. Por ejemplo, un jugador puede utilizar con un mando solamente, dos pueden hacerlo con uno cada uno o varios incluso hasta usar varios mandos a la vez para disponer de diversas opciones. No obstante, habrá incluso un mando de corte tradicional similar a Wii U Pro Controller. La consola permitirá el uso de cartuchos de juegos en lugar de discos y CD.
7. Xbox Scorpio: la promesa de los juegos 4K
Microsoft es otra de las firmas que puede acabar el año entre vítores en caso de lograr que su próxima consola de sobremesa (nombre en clave Scorpio) cumpla las expectativas.
Será una revisión de mayor potente, diseñada para televisores con resolución 4K y capaz (y esta es una de sus grandes bazas) de mover verdaderamente videojuegos a esta calidad de imagen, convertida en el estándar del mercado a perseguir por los fabricantes. Y, como no podía de ser otro modo, estará enfocada a la tecnología de realidad virtual.
Con un procesador de ocho núcleos y un procesamiento gráfico de 6 teraflops, Scorpio soportará el juego en 4K y será compatible con una experiencia fluida en realidad virtual.
