Un descenso vertiginoso desde las élites a las masas. La historia de la telefonía móvil es también la historia de la democratización imparable de la tecnología en el mundo. Cuarenta años después de la primera llamada desde un teléfono portátil, realizada por el directivo de Motorola Martin Cooper en la Sexta Avenida, hace mucho tiempo que los móviles dejaron de ser patrimonio exclusivo de las altas esferas: han llegado a la gente. No siempre fue así, y España es el mejor ejemplo.
“¿Joel? Soy Marty. ¿A que no sabes desde dónde te llamo? Desde un teléfono móvil, un teléfono móvil portátil de verdad”. Ésas fueron las primeras palabras pronunciadas por el señor Cooper desde aquel teléfono primigenio, un paralelepípedo que tenía mucho más que ver con la apariencia de un ladrillo.
Este tipo de móviles aún llegarían a España muchos años después, a la par que los primeros éxitos de Pedro Almodóvar, con la música de la movida madrileña como banda sonora de la época. Eran los primeros 80: los teléfonos portátiles podían contarse con los dedos de una mano.
“Costaban 700.000 pesetas de las de entonces”
“Eran móviles transportables que pesaban un kilo, y se llevaban dentro de un maletín. En España no había más que 4 o 5. Los primeros teléfonos portátiles que llegaron aquí se enviaron uno a Adolfo Suárez y otro al Rey. Era unNokia, y costaban 700.000 pesetas de las de entonces”, explica a TeknautasLuis Lada, un ingeniero de Telecomunicaciones que ha vivido en primera persona la historia de la telefonía móvil en España -desde la primera generación analógica a la irrupción de la tecnología digital- formando parte de la élite deTelefónica durante más de tres décadas.
Lada entró en la compañía formando parte del Centro de Investigación y Estudios de la compañía, y tras ocupar diversos puestos de responsabilidad fue nombrado presidente de Telefónica Móviles en 1994; y desde 2005 a 2006 ocupó el cargo de presidente ejecutivo de Telefónica España, convirtiéndose en un directivo histórico de la firma.
“El Rey era un vicioso de los móviles”
“El señor Cooper considera que se trataba del primer móvil en el sentido de que era portátil, pero entonces ya existían los llamados TAV (Teléfono Automático de Vehículos), que se usaban en los coches. Esta telefonía se implantó en España desde los años 70”, matiza Luis Lada.
De aquella primera generación de móviles analógicos a los usuarios españoles sólo llegaron alrededor de 1.000 unidades. El sistema estaba limitado a las ciudades de Madrid y Barcelona y sus propietarios formaban parte de las élites políticas y económicas.
“Era la época de Franco. Los primeros TAV solamente los tenían los ministros y los presidentes de las grandes empresas. Era un teléfono carísimo. Cuando ocurrió el atentado de Carrero Blanco, su coche llevaba uno de ellos incorporado, por ejemplo”, recuerda el que fuera número tres de Telefónica.
“¿El Rey? El Rey Juan Carlos era un vicioso de los móviles, y cada cada vez que había un modelo nuevo quería probarlo: siempre estaba interesado. Cuando Nokia y Motorola empezaron en el mercado, le mandaban los teléfonos”, relata el ingeniero asturiano.
«La motorola» de Txiki Benegas
La segunda generación de teléfonos móviles analógicos llegó a alcanzar una penetración de 200.000 dispositivos en España, pero no fue hasta la llegada de la tercera generación, la de los míticos MoviLine, cuando los móviles portátiles alcanzaron de forma masiva al gran público, llegando a un millón de clientes.
De entre todos los aparatos de esta última ola analógica, hay uno que se hizo especialmente famoso en el inicio de los 90. Fue el Motorola MicroTAC –su primer modelo había salido al mercado el mismo año que cayó el muro de Berlín– del ex dirigente socialista José María Benegas: «la motorola» de Txiki Benegas.
El 25 de abril de 1991, la Cadena Ser emitió diversas conversaciones pinchadasdesde el teléfono del entonces secretario de organización socialista donde éste narraba con pelos y señales a Fernando Múgica y al empresario Germán Álvarez Blanco los problemas internos del PSOE, criticando la actitud deFelipe González, a quien Benegas llamaba “dios” y ‘el one’ en las llamadas.
«Hay muchas anécdotas relacionadas con los primeros móviles y las conversaciones de ministros y personas del mundo empresarial, pero no las puedo contar. En los teléfonos más antiguos todo se escuchaba muy alto, como la propia radio de la policía», apunta Luis Lada.
El fin de una época
Hoy existen más teléfonos móviles que personas en el mundo, y cada minuto se producen millones de llamadas como la que hizo Martin Cooper aquel iniciático 3 de abril de 1973. La era digital llegó a España en 1995 -el año anterior a la primera legislatura de Jose María Aznar– de la mano de Movistar y el estándar digital europeo GSM. Aquel año, también se inició la privatización de la compañía de César Alierta, culminada en 1999.
El nuevo lenguaje introdujo una revolución tecnológica viral que aún continúa. En España, el monopolio de Telefónica se disipó en el sector de la telefonía móvil con el desembarco de nuevas empresas, aunque sus aspiraciones de dominación no tardarían demasiado en adoptar nuevas formas. En las directivas de las grandes compañías de telecomunicaciones muy pronto ingenieros como Luis Lada empezarían a ser sustituidos por perfiles más financieros, y el mundo vería caer en picado a firmas que antaño había liderado con contundencia el mercado, como Nokia o Motorola.
La extinción de los móviles analógicos significó el fin de una época, quizás más romántica. Aunque dentro de otros 40 años, cuando las nuevas generaciones recuerden el 4 de abril de 2013, el día del lanzamiento del primer ‘software’ para móviles de Facebook, hablarán de esa fecha con la misma sensación borrosa y sepia de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
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